Hoy estaba difícil hacer más de dos tramos y muchos de nuestros colegas se habían decantado por el clásico final del tramo Likenas y su circuito de motocross, para después ir a Vargasen donde está el famoso salto de ‘Colin’s Crest’. Pese a llegar a nuestra casa a medianoche después cenar en Karlstad con Javier Bueno y Fernando Albes, la diana sonó pronto ya que teníamos la idea de ir al primer tramo y tras una docena de coches dirigirnos al tercero, Lovhaugen, cuyo recorrido se celebraba en buena parte en Noruega pese a tener la salida y la meta en Suecia.
Sin embargo, después de perder un cuarto de hora desempanzando nuestro Toyota Yaris en el aparcamiento a causa de la nieve caída por la noche y viendo cómo era la situación de las carreteras con decenas de pequeños tractores limpiando la calzada y una visibilidad casi nula por el viento y la nieve que seguía cayendo; acabamos por tomarnos el día con filosofía y dirigirnos directamente al país de los Nobel.
Allí tuvimos suerte y poco antes del paso de los coches el sol asomó tímidamente, encontramos un escenario de postal y aunque Sebastien Ogier por poco nos atropella, de hecho golpeó a la fotógrafo francesa Sophie Graillon hasta el punto de que tuvimos que buscar uno de los objetivos que tenía en su chaleco que salió despedido. Menos mal que teníamos delante de nosotros dos grandes bolas de paja y existía una escapatoria, lo que ha servido al comisario de turno para colocar a toro pasado un cartel de prohibido y tener la cara dura de decirnos: “¿no saben ustedes leer?”. Por cierto, en esta ocasión Jordi Rierola ha dejado de lado en parte su equipo Canon gracias a Nikon-Suecia que le ha prestado una D3s con un 70-200 y a puntito está de pasarse al ‘lado oscuro’…
El sol no dejó de acompañarnos hasta su ocaso de vuelta a Vargarsen, solo había que buscar un punto donde las sombras no fueran un problema, lo cual en Suecia es bastante difícil. Después a toda prisa y dando un gran rodeo al aeropuerto de Hagfors, que como siempre aloja el parque de asistencia y la sala de prensa con la intención de poder trabajar y hacer la última asistencia. Sin embargo, esta vez la conexión de Internet iba más lenta que el caballo de ‘el malo’, y apenas nos ha dado tiempo de acabar antes de que nos inviten cuando sean las 20h a abandonar amablemente nuestra mesa de trabajo. Y es aquí a esa hora todo el mundo suele estar en su casa, excepto aquellos que no se acuerdan donde han dejado el coche tras cogerse una buena ‘tajada’….
Mañana y pasado parece que el sol continuará, aunque las temperaturas bajaran de los -7 de hoy a alrededor de -20º C. O eso dicen los naturales del lugar.