Afortunadamente Jordi Rierola se ha hecho con los servicios de ‘Nuria’, un Tom-Tom Go 720 que incluye los mapas de Grecia y Turquía ausentes en versiones más antiguas y es que las carreteras locales dejan bastante que desear e incluso algunas parecen un campo de aviación (por cierto, a ver si el volcán islandés nos deja despegar el próximo lunes porque si no tendremos que alquilar un velero para cruzar el Mediterráneo a las órdenes de Javier Bueno, alias ‘Capitán Pescanova’).
La jornada ha sido fructífera: cuatro tramos sin grandes desplazamientos y con un salto que incluso supera en espectacularidad al de Monte Lerno en Cerdeña donde tanto Sebastien Loeb como el Ogier se han dejado ‘la piel’ en la segunda pasada. Algunos compañeros se han empeñado incluso en hacer un salto en cada tramo y es que la rapidez de la carretera es tal que apenas existen curvas y los pilotos únicamente reducen la velocidad de sus monturas en los numerosos saltos. Así que por la tarde he dejado a Jordi Rierola en un tramo para ir a buscar algo más de paisaje representativo del país. Tan cerca estaba todo que incluso hemos podido picar algo de carne (que no cerdo) y de pollo junto a los únicos colegas japoneses supervivientes tras la marcha de Subaru y Mitsubishi del campeonato, Naoki Koyabashi y Keisuke Koga
De las lluvias pronosticadas, ni rastro: fuera anorak, fuera jersey y mangas arremangadas, mientras los espectadoras locales con velo y tapadas hasta los tobillos, como nuestras abuelas en los años después de la Guerra Civil, aunque sin burka. Pese a que Youtube y otras páginas de la Red más ‘fuertes’ tienen el acceso restringido en Turquía, los espectadores campaban a sus anchas pese a la ‘Jandarma’ que no precisamente armada con porras…, aunque no han sido muchos más de los que asistían a las anteriores ediciones de la prueba otomana cuando tenía su base en la turística Antalya, que en mi opinión era bastante mejor tanto en su trazado como por las características de sus tramos que por una ubicación más adecuada y tranquila al ‘circo’ del WRC.
Lo único que resulta de otro planeta y no se entiende porque el combustible es el más caro de cuantos países vista el Mundial de Rallyes. Dos liras turcas equivalen a un euro por lo que bastaba dejar en la mitad los precios de la fotografía de la gasolinera, mucho más caro, sea la gasolina que el gasoil, que en Finlandia que hasta ahora tenía la palma.
Yarina kadar (hasta mañana)