WRC 2010. Rally de Mexico. RoadBook 3

| 07/03/2010

A no ser que uno vaya cortos de fotos, el tramo merezca la pena y apurando siempre la frenada como voy en las llegadas y partidas del Mundial de Rallyes, difícilmente el domingo suelo ir a hacer fotos a un tramo.

Queda por tanto esperar en la sala de Prensa la última clasificación, dejarlo todo más o menos escrito, rezando a veces para que no haya cambios. En el caso de Méjico el último tramo es a las 11h 27 hora local y mi avión sale a las 14h 55 y tengo como tres crónicas para escribir más los envíos de fotos correspondientes y el podio a las 13h de Xevi Pons. Solo la tensión compensa el tedio de la misma, casi vacía hoy domingo y donde a veces la prensa escrita permanece hasta cinco horas hasta que vuelvan los pilotos a la asistencia para formularles sus preguntas. Quien fuma, sale a echar un pitillo al exterior y el resto francamente no sé cómo lo soportan a menos que se den a la bebida, a jugar al solitario en el PC o a dormir. Y así tres jornadas completas.

Por el contrario, combinando el campo y el despacho, (tanto por gusto como por necesidad ya que se acabaron los tiempos de bonanza donde escribir para un solo medio resultaba suficiente para ganarse la vida), no queda tiempo para el descanso ni para el aburrimiento. Sí, tiene sus peligros como el caso del compañero francés Jo Lillini a quien en el ‘shakedown’ su compatriota Loeb le rompió el filtro del objetivo con una piedra para, a continuación, recibir en la mejilla otra de Ogier lo que le llevó a acabar en el hospital. Lo ‘echamos’ de allí rápidamente por aquello de que no hay dos sin tres y es que al final acabaremos usando cascos cuando menos de beisbol… . Pero si tuviera que elegir preferiría esta faceta que te permite conocer el país, observar la evolución de los pilotos y poder juzgar aunque solo sea por un momento su actuación, algo que pocos colegas suelen hacer aunque no tengan una cámara al hombro.

Así que hoy por fin he desayunado decentemente, he encontrado en la asistencia matinal a un Dani Sordo sonriente sin perderse ninguna ‘curva’ que pasara en ese momento por el Poliforum, a un Xevi Pons intercambiando pareceres con Malcom Wilson en una jornada decisiva para ambos, a un Dani Solá muy querido en Méjico buscando siempre algo con el que correr, al manager de los dos últimos, Jordi Roquer, a Josep Calm que lleva la asistencia del mexicano Michel Jourdain Jr. , a quien acompaña Oscar Sánchez como copiloto, a Albert Llovera, Borja Rozada y al fotógrafo andorrano Francesc Pino; un buen puñado de conocidos a quienes saludar. Y acabo que tengo prisa: ‘¡Que le vaya bien compadre!”.

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