WRC 2010. Rally de Francia. RoadBook 2

| 03/10/2010

Hoy las cosas han rodado mejor que ayer, fotográficamente hablando. La segunda etapa del Rallye de Francia requería un desplazamiento menor a la del viernes y los dos primeros tramos ofrecían buenos puntos en media de las viñas pertenecientes a unos pueblos alsacianos que poseen más casas con arquitectura alemana que la que se puede encontrar en la cuenca del Mosela donde se desarrolla el Rallye de Alemania y que además ha generado un turismo germano para degustar los vinos de la tierra.

Aunque la mañana amanecía lluviosa al final no ha habido que estrenar el paraguas Hipercor, aunque no he podido evitar cargar con él. Una sorpresa negativa es que el primer tramo no se encontraba en las mismas condiciones ‘plásticas’ que el martes cuando pasamos por él. Lógicamente, los viticultores han querido proteger sus viñas y las han encerrado con unas mallas azules para impedir el trasiego de un público muy numeroso. Así que ha habido que evitarlas como se podía y confiar en el Photoshop CS5, pero por lo menos los comisarios y los gendarmes han continuado con su amabilidad pese a que el helicóptero rojo me ha pillado in fraganti al final de una recta y consiguiente frenada… . Pero en estos casos es mejor no amagar con esconderse y mantener el tipo, por lo que afortunadamente el polaco o no me ha visto o simplemente me ha ignorado.

Aunque existía la posibilidad de compartir helicóptero con algunos colegas y poder cubrir los cuatro tramos de la mañana, la crisis económica nos ha obligado a seguir con nuestro fiel Opel Corsa 1.0. Y como el cuarto tramo era una m… ha sido mejor asegurar el paso por el pueblo de Nothalten.

Creo que es la primera vez en los tiempos modernos que una prueba del Mundial de Rallyes atraviesa un pueblo como el alsaciano. Antes era algo habitual en Sanremo o Córcega, por ejemplo. Pero Nothalten alberga en el kilómetro escaso de su calle principal como dos decenas de casas típicas casi cubiertas por flores de un buen montón de colores del pantone. Un sueño, vamos. Había que coger sitio con antelación así que después de cumplir con las obligaciones nutritivas regadas, craso error, con un cremant d’Alsace, o sea cava, en lugar de un vino blanco local, ha tocado hacer guardia hora y media de pie guardando el lugar elegido para la foto de Loeb para la apertura si Dios quiere del próximo ‘Imágenes de Rally’. Y además las posibilidades de cambiar el encuadre eran varias y variadas.

De vuelta al Zenith de Estrasburgo, sede del parque de trabajo y la sala de prensa ha tocado hacer un par de veces cola en las rotondas y en la misma autopista y es que el gentío que ha acudido tanto a los tramos como a las asistencias ha sido IMPRESIONANTE, así en mayúsculas.

Mañana todo está preparado para la celebración, aunque todos conocemos y los españoles más que nadie, que siempre puede saltar la sorpresa, que en el caso de Sebastien Loeb no sería más que un retraso ya que la retirada de Ogier no le obliga ni a ganar mañana la prueba francesa.

Preparen los acordes de la Marsellesa…

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