Es el tipo de la eterna sonrisa. Trata de buscar una foto suya en la que no enseñe esa fila de dientes que alumbra como una parrilla de leds… te va a costar encontrarla (alguna hay, claro; también tiene momentos de concentración). Kajetan Kajetanowicz ya demostró la pasada temporada que era un piloto a tener en cuenta en el certamen continental, y en este 2015 con menos rivales el título ha llegado a falta de una prueba para la conclusión del mismo. No se le puede restar ningún mérito al polaco del equipo Lotos, pues ha rodado muy rápido en todas las superficies en las que ha corrido en el ERC. Nieve, tierra, asfalto, rasantes… en todas ha estado ahí arriba.
Cierto es que el certamen casi ha sido un diálogo con Craig Breen; monólogo desde mitad de temporada con apenas un outisder habitual en las últimas pruebas (Alexey Lukyanuk) y un cascadeur (Robert Consani) que ha protagonizado algunas de las imágenes más impactantes de la temporada. El resto, vacío, porque los pilotos jóvenes siguen buscando el salto directo al WRC y porque apenas Peugeot muestra interés por el ERC como marca entre los equipos top. Y eso que hay repercusión, pues el certamen cuenta con el amparo de Eurosport y ya todos conocemos cómo se las gasta la cadena deportiva cuando la cosa va de retransmisiones.
Pero ya tenemos nuevo campeón… y una eterna promesa que no termina de cuajar del todo, alternando grandes resultados con auténticas rachas de poca fortuna. El único consuelo para Breen, haber recibido el Colin McRae Flat Out Trophy en el Rally Acrópolis. El tipo se lo curró hasta el último momento, pese a problemas con el eje trasero durante la primera etapa y pese a que el capó delantero se abrió en la segunda cuanto lideraba la prueba y trataba de luchar por la victoria, única esperanza de optar a un título que entonces ya era lejano aunque no imposible. La mala suerte para uno –aparición de la virgen para el otro- llegó con las tormentas, que anegaron los tramos de la última sección y obligaron a la organización a anular ese bucle… justo cuando Kajetanowicz aprovechaba los problemas de su rival para superarlo en la clasificación general. Al final va a ser verdad eso de que siempre hay que sonreír a la suerte, como hace de forma perenne el polaco, para que ella haga lo mismo contigo.