Pues en principio, no mucho, pero Volkswagen ha buscado las vueltas de tuerca necesarias para justificar que Magnus Carlsen, bicampeón del mundo de Ajedrez, comparta coche con Sebastien Ogier, bicampeón del mundo de Rallyes. Y hablando de esto y de lo otro, de lo divino y lo humano… ambos han encontrado un punto de conexión: la concentración máxima que deben mantener para triunfar. El noruego, ante las piezas; el galo, al volante de su VW Polo R WRC de 318 CV.
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Carlsen, de 24 años, ha conocido a Ogier en Wolfsburg (Alemania). El noruego, que ocupa el primer puesto en el ranking de la Federación Mundial de Ajedrez (FIDE), primero se sentó junto al piloto Michal Kutina en un Lamborghini Aventador de 700 CV. Kutina completó una vuelta «con el pie a tabla» en el circuito secreto de test que VW tiene escondido cerca de Ehra-Lessien. Después llegó el turno de acompañar a Ogier, quien recorrió el trazado… «de lado» la mayor parte del tiempo.
«Es fantástico cómo Ogier maneja el coche y lo lanza a las curvas. El ajedrez y los rallyes tienen más en común de lo que puedas pensar: ambos requieren la máxima concentración y precisión… Y siempre debes mirar dos pasos por delante», comentó Carlsen después de su experiencia.
El bicampeón galo, por su parte, señaló el potencial del noruego como copiloto: «Como campeón del mundo de Ajedrez, Magnus tiene una memoria increíble; es una locura lo que puede almacenar en su cabeza. En el habitáculo he notado que realmente estaba disfrutando… Apuesto a que podría recitar de memoria un tramo entero después de los reconocimientos sin echar ni un vistazo a las notas», añade. Interesante desafío…