Cuando un «crack» del motociclismo enseña a un campeón del mundo de Rallyes cómo ejerce su trabajo, ni siquiera si te llamas Sebastien Ogier puedes evitar impresionarte. Más o menos, ésta fue la escena que se vivió en Mugello durante la última prueba de Moto GP. El francés tuvo la oportunidad de ver a Andrea Dovizioso en acción, de seguir sus evoluciones desde el box de Ducati… Y ahora Ogier le ha «devuelto el favor», ya que el italiano ha sido su invitado durante los test que Volkswagen ha llevado a cabo antes del Rallye de Cerdeña. Más que eso: «Dovi» ha sido copiloto del francés en el VW Polo R WRC… y en apenas un par de kilómetros también ha quedado impresionado.
«¡Increíble!», fueron sus primeras palabras. «Tengo un inmenso respeto por lo que hace Sebastien en un coche de rallyes. No te imaginas lo extremo que es, lo rápido que pueden ir en estas carreteras tan estrechas y la potencia que tienen estos vehículos. Para ser honesto, es lo más alucinante que he hecho, de largo… ¡Moto GP no es nada comparado con esto!», añadió. Bueno, sería la emoción del momento, porque Moto GP también es una cosa muy seria…
Ogier, por su parte, devolvió los elogios sin dudarlo: «Siempre he sentido un inmenso respeto por las habilidades de los pilotos de moto y desde que estuve en Mugello, aún más. Es increíble ver la velocidad que alcanzan, así que no quiero ni imaginar cómo debe ser estar subido sobre dos ruedas»,comentó el francés.
Cuando terminó el «paseo» en el Polo WRC, Dovizioso salió con una sonrisa de oreja a oreja. Dejó su puesto a Julien Ingrassia (navegante habitual de Ogier) y se quedó en la cuneta para ver pasar el coche… aunque tuvo que buscar refugio, debido al polvo y a las pequeñas piedras que saltaban. Sin embargo, no dejó de ver el lado bueno de la experiencia. Es lo que ocurre cuando se encuentran dos especialistas en velocidad.