Esto va de golpes publicitarios, y el último se abre a una audiencia potencial de nada menos que 350 millones de espectadores… por supuesto, no existe otro programa con tal cobertura que no sea Top Gear, producido por la BBC y que actualmente se emite en casi todos los países… menos en España. Y así, el trío de conductores del magazín, formado por Jeremy Clarkson, James May y Richard Hammond, ha tenido la ocasión de conocer de cerca la disciplina del rallycross; en concreto la que atañe al campeonato FIA World RX.
Obviamente, y tratándose de este programa televisivo, presupuesto, medios y disponibilidad por parte del promotor del certamen han sido totales, vistiendo la pieza audiovisual como la iniciación de James May («Captain Slow») en el mundo de las carreras en superficies mixtas y con vehículos de hasta 600 CV.
Como introductor y maestro, el presentador de Top Gear USA Tanner Foust, piloto habitual en este campeonato. Como compañeros de reparto -agárrate, aunque insistimos, es Top Gear- el campeón mundial Petter Solberg, el británico Liam Doran, el noruego Andreas Bakkerud, Timmy Hansen o el finlandés Riku Tahko. Vamos, una final en toda regla del World RX en la que May, pilotando un Volkswagen Polo del equipo Marklund Motorsport, tuvo que enfrentarse a todos ellos… o al menos intentarlo.
Si al reportaje añadimos esa conclusión final que siempre hacen los presentadores en plató y en la que reconocen que «el rallycross es brillante», que es «fabuloso de presenciar, porque desde la salida hasta la llegada los conductores pilotan tan rápido como pueden», o que «no se conservan neumáticos, ni se mira el consumo de combustible», está claro que ahora mismo a Martin Anayi -el sheriff de IMG, la empresa promotora del World RX- no le debe llegar la camisa al cuello. Y resulta evidente, dado el impacto que produce la presencia de lo que sea en ese programa.
Aficionados británicos, americanos y demás ya habrán tenido ocasión de presenciarlo; al resto nos tocará mendigar por ahí hasta que aparezca…