El regreso a los rallyes del portugués Rui Madeira resultó nefasto para el piloto, a pesar de finalizar como el portugués mejor clasificado y segundo en el Grupo N, los comisarios deportivos decidieron excluirlo al encontrar una pieza defectuosa en el turbo de su Evo IX.
Con ese cambio en la clasificación, Magalhaes pasa a ser el portugués mejor clasificado en la prueba, a la vez que los españoles Pons y Barreiro ascienden un puesto en la clasificación final, siendo quinto y noveno respectivamente.