¿Qué pasa si juntas a dos pilotos en el mismo coche de rallyes?

| 06/05/2015

… pues que al final uno acabará poniendo a caldo al otro. Y normalmente lo hará quien termina ocupando el asiento del miedo, por aquello de que desde allí las críticas tienen otra perspectiva y porque es lugar que los consumados volantistas no están habituados a calentar y que, por historia y tradición, tratan de evitar en la medida de lo posible (personalmente conozco algún caso de pilotos que pasan auténtico pánico si les haces cambiar al bacquet de la derecha)

Algo así, obviamente vestido con mejores palabras por parte de los implicados, ha ocurrido hace escasos días en el Rallye de Wallonie (Valonia), puntuable para el campeonato belga de la especialidad. Los protagonistas han sido el campeón junior del ERC Stéphane Lefebvre y el ocho veces campeón belga Pieter Tsjoen. Una pareja de alto voltaje que decidió compartir un Citroën DS3 R5 con el que, no es ninguna sorpresa, llegaron a pelearse por el liderato de la prueba con dos superclase como Freddy Loix o Kris Princen.

Lástima que un problema con el diferencial obligó al dúo del año a retirarse antes de tiempo, porque de conseguir un resultado digno de las expectativas que se habían levantado aquello habría sido un puntazo para guardar en las hemerotecas.

Resultados frustrados aparte, seguro que en aquel habitáculo saltaron chispas entre dos consumados volantistas tratando de demostrar lo bien que conduce -uno- y lo mal que lo hace -el otro-. Si a ello sumamos que Tsjoen habla holandés y tuvo que cantar notas en francés para que el joven Lefebvre enteniese lo que le venía por delante, es de suponer que la feria tuvo que ser de traca. Pues aun así al copiloto ocasional  le quedaron ganas de puntuar a su compañero, dejando claro que «he aprendido mucho, pero nunca conduciría de forma tan agresiva ese coche. Está claro que Stéphane explota hasta el límite todo su potencial, pero tengo mis dudas de que el coche pudiera llegar así hasta el final».

Así que o Stéphane se excedió tratando de demostrar sus habilidades al volante, o en opinión de Tsjoen el DS3 R5 no es un coche pensado para franceses cañeros; o simplemente estaba pasando un poco de miedete y deseó fervientemente que el Citroën rompiese por algún lado, antes de que lo hiciesen de otra forma. Aunque también puede ser que a Pieter no la apeteciera nada ocupar el asiento de copiloto y ya está avisando de cuál será su función si vuelven a juntarse, para demostrarle a Lefebvre cómo se conduce de verdad; probablemente lo mismo que pensó el francés cuando se montaron por primera vez en el DS3 en el podium de salida de Wallonie… es lo que tienen estas parejas bien avenidas…

 

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