Y aún así volverán a romper con todas las previsiones. Aunque falta más de un año para la celebración de este rallye, las inscripciones se cerrarán muy pronto. Es más, la organización calenda el cierre el ¡9 de octubre del próximo año!, pero es previsible que no haya plazas en cuestión de semanas e incluso tengan que hacer selección entre los inicialmente inscritos porque se superará el límite.
Si aún no lo sabes, estamos hablando del East African Safari Classic Rally: lo más de lo más para los amantes de los rallyes clásicos en toda su dimensión, tanto técnica como de estructura de carrera.
Y es que la prueba se mantiene fiel al espíritu original del Rally Safari; una carrera a medio camino entre la regularidad y la velocidad por los caminos de tierra que rodean Mombasa, la principal ciudad costera de Kenia. Prueba con más de 4.000 km de recorrido, secretos y abiertos al tráfico. Todo un reto que se disputa cada dos años y cuya próxima edición tendrá lugar a finales de 2017, del 23 de noviembre al 1 de diciembre. ¡Lo que queda aún!, pensaréis muchos. Pues no es tanto si tenemos en cuenta lo rápido que se completa la inscripción y el hecho de que para los equipos no africanos el embarque de los vehículos tendrá que realizarse en torno al mes de agosto del próximo año. Vamos, que hay doce meses para preparar el coche (admitidos modelos hasta el año 1985) y tener claro el embolado en el que te metes.
Es normal entonces que las principales escuderías y preparadores comiencen a organizar una cita clave para sus intereses -obviamente económicos- dada la categoría de la prueba y el tipo de clientes con los que cuentan. Este es el caso, por ejemplo, de la gente de Tuthill, ganadores en 2015 con Stig Blomqvist a los mandos de uno de sus Porsche 911. Son el equipo que pisa más fuerte, por medios y número de participantes, y llevan las de repetir en 2017.
El coste de las inscripciones es de casi 40.000 dolares para los equipos no africanos, incluyendo el transporte en barco y tres habitaciones dobles de hotel. Al menos te dan la opción de hacer el pago fraccionado en distintos meses, pero si a ello sumamos el hecho de formar parte de un equipo como el ya mencionado Tuthill -algo necesario para salir indemne- la broma se pone por las nubes y se convierte en un evento solo apto para bolsillos agradecidos, veteranos de guerra y aventureros con ganas de vivir lo que hicieron hasta no hace muchos años los habituales del Campeonato del Mundo de Rallyes… obviamente con una filosofía más amateur pero, a la vista de algún que otro vídeo que hemos subido no hace mucho tiempo, igualmente arriesgado y duro.
Aún estáis a tiempo de pensarlo, pero no os despistéis. La aventura tiene pinta de molar… y mucho.