Si las victorias vienen precedidas de problemas, contratiempos y demás tropiezos… bueno, ya sabéis… que tienen un valor especial. Si encima ese triunfo lo consigues en un rallye que has mamado desde pequeño y con el que has soñado más de una noche de tu adolescencia… pues eso, miel sobre hojuelas. Y eso es, más o menos, lo que ha vivido Craig Breen en el Circuit of Ireland Rally, segunda victoria consecutiva de la temporada para el irlandés, ahora líder provisional del ERC.
«Comenzamos con un problema en el turbo que nos dejó fuera de juego tanto el jueves como el viernes», asegura el de Peugeot, y solo fue a partir del service de mediodía del sábado cuando el equipo, a base del viejo sistema de prueba-error, dio con el origen… o más bien cambió todo lo cambiable para subsanar un contratiempo con el que, de no haberlo tenido, implícitamente Breen deja caer que otro gallo hubiese cantado en este rallye.
En esa situación, con Barrable fuera de juego y Kajetanowicz ansioso por asaltar la banca, Breen forzó y el susto a punto estuvo de dejarle fuera de juego en la segunda pasada por Bandridge. Porque el lugar de autos tenía tela. Poco después de salida, en una curva a izquierdas, con un cruce de carreteras y una zona de compresión… vamos, todos los números para liarla entre los muros de fincas colindantes cuando corres como un descosido.
Y si en la primera pasada la cosa fue por los pelos para Craig (logró seguir de frente) en la siguiente -«un poquito más rápido»- la historia terminó en trompo y un toque en el que, por fortuna (y pese a lo que se puede en la imagen) no se dañó nada en el radiador. Aún así algo tocó, porque en el último tramo el irlandés tuvo que apagar el coche en un par de ocasiones y reiniciarlo… vamos, que ni el mejor guionista de cine hubiese planteado un escenario tan truculento y que al mismo tiempo fuese creíble. Pero ocurrió, y tan increíble ha sido el resultado que el nuevo líder del ERC reconoce que «no puedo expresar con palabras cuanto quería ganar este rallye». Ya lo hemos dicho estos días, el Circuit tiene mucho de especial para los irlandeses.