Jari-Matti Latvala, Stig Blomqvist, Juha Kankkunen, Markku Alen, Didier Auriol… e incluso Luis Moya. La lista de pilotos y copilotos que han participado en el Rallylegend de San Marino es tan mítica como corresponde a una prueba cuyo nombre evoca pasión y velocidad. Si tuvieras que elegir sólo uno de ellos, seguro que te sería difícil… Latvala, de hecho, señala dos, Alen y Kankkunen, como sus ídolos. Este fin de semana ha competido con ellos, apunta wrc.com.
«Lo llaman ‘el Woodstock sobre ruedas‘ y creo que es una descripción muy apropiada», comenta el finlandés, que ha llevado su VW Polo R WRC a San Marino. «Ha sido una sorpresa fantástica, tres días de espectáculo con un público apasionado e increíble. Además, he visto correr a Alen y Kankkunen, mis favoritos cuando era más joven», añade.
El primero de ellos ganó la categoría de coches históricos al volante de un Lancia 037, mientras que «KKK» llevó un Lancia Delta Integrale (no sé a ti, pero la sola mención de este modelo ya hace que se me acelere el pulso). Y hay más: el Audi Quattro A2 de Blomqvist, el Citroën Xsara WRC de Auriol… y así hasta 150 vehículos de rallyes que contaban la historia de la especialidad desde los años 60 hasta la actualidad. Entre los «contemporáneos» destacó el Volkswagen de Latvala; el equipo germano estuvo también representado por Luis Moya y Peter Dhul, responsable de producto de la marca. Ambos se turnaron en el asiento de la derecha de Audi Sport Quattro S1 de Michael Gerber.
«Ensayo» para el Rallye de España
Latvala, que también es dueño de un Audi Quattro, ha indicado que los tramos empleados en esta prueba pueden haberle ayudado en la preparación de la próxima cita de la temporada, el Rallye de España, con un recorrido mixto (asfalto y tierra). «Estos tres días han sido muy útiles para acumular kilómetros sobre asfalto, en unas especiales rotas y sobre una superficie muy exigente», ha comentado el finés, que matemáticamente aún puede ser campeón del mundo. Del 23 al 26 de octubre, Sebastien Ogier y él se lo juegan todo, si bien el francés tiene mucho camino recorrido ya. Pero aquí, como bien sabes, nada se decide hasta el final…