La pluricampeona mundial de enduro, trial y ganadora del trofeo femenino en el Rallye Dakar se apunta a un combate… siempre que tenga ruedas y un motor. La última viene de la mano de la organización del WorldRX, el Mundial de Rallycross FIA, que ha invitado a la piloto catalana a probar la especialidad.
Obviamente, por su escasa experiencia sobre cuatro ruedas (comparada con su dilatada carrera en motos) Laia no va a estar en la categoría Supercar pero sí en los RX Lites; ya sabéis, modelo monomarca, construido en Turquía por Avitas Motorsport, con aspecto de Ford Fiesta bajo cuya apariencia se esconde un chasis completamente tubular y la mecánica Ford Duratec de 2.4 litros y 310 CV de potencia.
Laia asegura encontrarse ilusionada por esta experiencia, pero también «algo cohibida» teniendo en cuenta el nivel de participación y lo intensas que son este tipo de pruebas. «Es todo muy diferente a lo que estoy acostumbrada pero intentaré aprender lo máximo posible», reconoce la piloto catalana a pocas horas de dar continuidad a otras experiencias como el carcross, las GSeries sobre hielo en Andorra o las carreras de resistencia en circuito que ya ha tenido oportunidad de probar.
El World RX aterriza este próximo fin de semana en el Circuit de Catalunya con 75 vehículos participantes, entre los que se encuentran la flor y nata del campeonato. Una disciplina, la del rallycross, que vuelve a esta comunicad después de muchos años ausente. Porque, aunque parezca novedoso, la realidad es que el Campeonato de Europa de Rallycross (hasta el año pasado, la máxima expresión en este deporte) ya tuvo parada en el circuito de Sils durante los años 1987, 88 y 89. La organización de aquellas pruebas corrió a cargo de la Escudería Girona, por entonces presidida por Paco Gutiérrez, padre del conocido piloto y promotor de carreras Francesc Gutiérrez.