Robert Kubica, ya lo hemos dicho alguna vez, es ese piloto que, hasta ahora, muchos veían y pensaban: “a ver dónde se da el golpe”. Pero en las últimas pruebas se ha “reformado”, ha adoptado una mentalidad más tranquila y conservadora. Eso no le ha librado de un “toque”, un abandono y el posterior reenganche en el Rallye de Cerdeña; a pesar de todo, está contento con su trabajo. Tanto, que cree que su actuación (terminó en el octavo puesto) en Italia ha supuesto un gran paso en su desarrollo como piloto del Mundial de Rallyes, anuncia wrc.com.
Pasar de la F1 al WRC no es fácil; un cambio de disciplina nunca lo es. Para Kubica, el proceso de aprendizaje ha sido relativamente rápido; esta temporada se está centrado en los rallyes sobre tierra. Y en esta última prueba se ha visto bien, cómodo: “Ha sido la primera vez que he pilotado con tranquilidad en esta superficie, tenía un buen rendimiento. Es la primera vez que he disfrutado en estas condiciones. Antes de este año corría por diversión, pero en las pruebas de tierra no lo pasaba bien. En Italia disfruté”, ha añadido.
Ahora, su objetivo es aprovechar su experiencia y cuajar una gran actuación en el Rallye de Polonia, también sobre pistas de tierra, ante su público. “Va a ser muy especial para mí y todos mis seguidores, tengo muchas ganas de correr allí. Será complicado porque no conozco ninguno de sus tramos, así que tendremos que dar lo mejor de nosotros mismos”, asegura.
Viendo los resultados del polaco, es lógico que surjan dudas: esta motivación ¿le llevará a procurar que no haya incidentes hasta el final de la prueba o, por el contrario, “se emocionará” en exceso? El 29 de junio tendremos la respuesta. Ojalá brille ante sus fans.