El piloto belga participaba por primera vez en la prueba checa disputada en las inmediaciones de la sede de Skoda. Roman Kresta, con un Skoda Fabia S2000 privado, fue el dominador de la primera etapa, finalizando el día con 18 segundos de ventaja sobre Freddy Loix. En la segunda etapa la aparición de fuertes lluvias complicó las cosas a los pilotos, el abandono de Kresta dejó el liderato en manos de Loix quien se impuso al Peugeot de Valousek por 35 segundos y al Mitsubishi de Arazim por 4 minutos.