Cuando los tramos de un rallye se disputan a una altitud elevada, la falta de oxígeno reduce la potencia de los motores. La teoría nos la sabemos todos… Pero, en la práctica, son los ingenieros de los equipos los que tienen que intentar paliar este problema. Ellos conocen mejor que nadie cuáles son las consecuencias de estas especiales «elevadas» en las mecánicas… Así lo recoge wrc.com.
El itinerario del Rallye de México no baja de los 1.800 metros. El tramo de El Chocolate, por ejemplo, es el punto más alto del Mundial, con 2.780 m. Los 320 CV de los vehículos se reducen alrededor de un 20%. El efecto sobre la brida que restringe la admisión de aire de los motores 1.6 es devastador; los especialistas de VW lo describen como «salir a correr mientras respiras por un tubo para practicar snorkel«. Muy gráfico.
Así es el itinerario del Rallye de México.
Los problemas principales son dos:
- El aire que entra a través de la brida de 33 mm contiene menos oxígeno, por lo que la combustión es menos eficiente.
- Dicho aire «empobrecido» hace que el turbo tenga que trabajar más para producir la misma potencia.
Para evitar el sobreesfuerzo del turbo, los ingenieros limitan la velocidad de la turbina. Pero incluso con la unidad trabajando al máximo, el propulsor no tiene la fuerza que desarrolla en el Rallye de Suecia. Allí, las condiciones para la mecánica son casi perfectas… Aunque todos juegan con las mismas reglas; ¿quién las aplicará mejor?