Mucho se está hablando en estos días sobre a dónde se dirige el Campeonato de España de Rallyes y sobre el futuro de los rallyes en nuestro país. Cuando surge el tema, la primera referencia es la espectacularidad.
La queja general es que los coches de hoy no son espectaculares y ello hace que se pierdan espectadores en la cunetas. ¿Es realmente cierto este análisis?
Los defensores de la teoría de la falta de espectacularidad hablan de que la tecnología mató a los rallyes y que los coches de hoy en día ya no dan espectáculo en aras de una mejor eficacia. Las marcas invierten en competición para vender coches, y para ello usan el deporte como escaparate de su producto que no deja de ser un conjunto de tecnologías aplicadas al transporte.
Por ello las marcas necesitan invertir en tecnología y demostrar que la suya es mejor que la de sus rivales, la competición está íntimamente ligada a la tecnología y muchos componentes de los coches actuales han nacido en ella: la tracción integral, el turbo o el control de tracción, por citar algunos. La tecnología forma parte del ADN de nuestro deporte y creo que es algo irrenunciable.
Los últimos cambios del reglamento de la RFEDA van por esa vía y buscando esos coches más espectaculares, permite la participación de los vehículos de la categoría GT al estilo francés o de los novísimos Super2000. Está claro que el deporte en España no puede dar la espalda a los aires que corren en el resto del mundo y cuantos más tipos de vehículos participen, mucho mejor para todos.
Pero lo que necesita el deporte es espectadores nuevos, nuevos aficionados que se enganchen con una disciplina tan espectacular como los rallyes, aunque ellos no vendrán solos, hay que atraerlos al deporte.
La clave pasa por la televisión, el Campeonato de España necesita como agua de mayo una cobertura decente en la televisión. Necesitamos un programa serio, con un día y hora de emisión fijo y en una franja horaria adecuada. Una televisión interesada y dando una cobertura profesional al deporte haría mucho más por difundir y traer nuevos aficionados que cualquier tracción trasera desbocado, la prueba la tenemos con el crecimiento de la afición por la F1.
Los espectadores son clave para el mercado, ellos son los que compran coches y hacen que la rueda gire, sin duda, pero no son los únicos protagonistas. También necesitamos pilotos, los pilotos necesitan abaratar costes, los precios de participar en el Campeonato aumentan: gps, hans, licencias,… mientras que las ayudas se reducen y las copas de promoción desaparecen.
Una buena forma de abaratar costes sería mediante un patrocinador del Campeonato, al igual que sucede en otros campeonatos de nuestro entorno. Ese patrocinador podría subvencionar parte de esos costes, facilitando el acceso a la competición a los pilotos.
Los tiempos cambian, y debemos adaptar el deporte a ellos, es la única forma de crecer, debemos mirar al futuro y no al pasado.