Menudo máster el que han recibido este pasado fin de semana los participantes de la Challenge N2 Série by Rallye Académie; esa copa francesa de la que ya os hablamos hace algunos días y que se disputa con los veteranos Peugeot 206 XS. François Delecour ha sido el invitado especial para la última cita del año, el Rallye Charlemagne, y el subcampeón del Mundo en 1993 no ha defraudado a nadie, tomándose las cosas muy en serio y marcando el camino que tienen que seguir las jóvenes promesas del automovilismo galo.
Delecour –off course– venció en esta copa, bien es cierto que corriendo con la que será evolución 2016 del pequeño Peugeot 1.6 casi de serie, pero logrando una ventaja de un minuto y 47 segundos con respecto al siguiente clasificado, Antoine Margely, que a buen seguro se aplicó más que nunca en pos de una difícil victoria.
François marcó siete mejores cronos en los nueve tramos disputados y finalizó en 22º lugar de la clasificación general del rallye. ¿Abusón?; al contrario: un tipo que quiere correr con lo que sea, con ansias de victoria como el que más, al que todo lo que le plantean es un reto a superar y que ha mostrado a los participantes de este interesante Trofeo dónde están los límites del coche y hasta dónde pueden llegar con él mejorando pilotaje, notas y demás aspectos. Podría haberse quedado en un paseo, pero optó por jugársela.
Estamos convencidos de que, de haberse disputado un rallye más esta temporada, los participantes de la Challenge N2 Série habrían mostrado una mejora más que sustancial con respecto a las primeras carreras, tal ha sido el acicate de un tipo cincuentón verdadero apasionado de este deporte.