Cuando ninguno sabía qué era del otro, apareció el S-CER Virtual

| 07/05/2020

«En la época del karting Rubén Rodríguez y yo compartimos equipo durante tres o cuatro años», adelanta Rubén Curbelo, «teníamos una muy buena amistad, nos echábamos una mano en todo lo que podíamos y como siempre estábamos al mismo nivel, la mejor referencia la tenía en mi propio compañero de equipo, que como se suele decir, es tu primer rival». Después, uno marchó para otro equipo, uno paró antes en los circuitos… y la amistad se fue enfriando. Pero todo cambió el día que salió publicada la lista de inscritos de la primera edición del Rallye Tierras Altas de Lorca Virtual.

Rubén Curbelo no tenía pensado participar en el Supercampeonato de España de Rallyes Virtual y fue un día de confinamiento, «cuando a las cuatro de la mañana, Ariday Bonilla, mi copiloto, estaba entrenando con Damián Bello y cuando terminaron ya le escribí y le dije que había que correrlo, que buscara la manera». Todo esto pasaba una semana antes de que arrancara el campeonato y el piloto del Volkswagen Polo N5 del importador canario, nunca había probado el Assetto Corsa, pero todo fue saliendo rodado y «le dijimos al equipo si nos permitían poner su publicidad», continúa, «y sobre la marcha se quisieron subir al carro. Demostraron mucho interés y de hecho, nos dijeron que no solo pusiéramos la publicidad sino que intentáramos que el diseño se pareciera al del coche real». 

Al lanzaroteño le gustaría estar en las siete pruebas restantes de un calendario cuya próxima parada será la recreación del Rallye de Pozoblanco, que tendrá unos tramos completamente diferentes a los de esta primera prueba «y es algo perfecto para que la propia conducción sea la protagonista. Si hay muros no tienes muchas opciones así que veremos el trabajo en los set-up y nos centraremos un poco más en el propio pilotaje y no buscaremos atajar», algo por lo que los hermanos Solans recibían una penalización en el primer tramo y decidían abandonar. 

Para este arranque del S-CER Virtual el de las islas Canarias optó por un copiloto real, Ariday Bonilla, y lo mismo hizo Rubén Rodríguez, quien recurrió a Mauro Barreiro «creyendo que la función del copiloto iba a ser más importante, pero al final, con el tiempo que teníamos para entrenar en la segunda pasada ya casi podíamos ir de memoria», apunta, «y sigue así el sistema renta ir sin copiloto real porque el tiempo que estás tomando notas y corrigiéndolas, estás perdiéndolo de dar pasadas y como da tiempo a memorizar…». Al fin y al cabo, todos los participantes echaron dos días enteros en el simulador y el ourensano, piloto de Fordzilla, rodó en torno a 300 kilómetros en cada tramo y eso que el más largo tenía 15.

Creen que al certamen le falta ahí una vuelta de rosca. Nada que no tenga solución y de hecho, tanto el uno como el otro también coinciden en que ya hay mucho andado. El comportamiento del coche, la cantidad de reglajes que uno puede hacer… Desde luego, a ninguno le fue mal. Rubén Curbelo entró entre los diez mejores clasificados de la general y Rubén Rodríguez consiguió el tercer puesto en la categoría N5.

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