En este punto deberíamos estar hablando de la sonrisa cómplice de Florentino Pérez y de Cristiano Ronaldo dándose palmadas en el escudo de su camiseta, pero no. Aquí va de reyes y de emperadores, porque Freddy Loix ostenta ese cargo en su bélgica natal y en el Ypres rallye: prueba en la que con ésta ya van veinte ediciones como participante; diez de las cuales ha ganado. La estadística es, sin duda, demoledora para sus rivales… especialmente los más jóvenes y descarados que vienen con ganas de comerse el mundo, y en este rallye de cruces y cunetas se topan con un muchacho de 45 años que les planta cara una y otra vez. Por cierto, Freddy ha dado a Skoda la primera victoria de su nuevo Fabia R5 en el ERC.
Y eso que las cosas no fueron del todo bien, pues por un momento parecía que el debut de este nuevo coche en el certamen continental no iba a tener el mismo éxito que en otros campeonatos. El Fabia no parecía ir bien en estos tramos (quién lo diría, teniendo en cuenta que fue uno de los pilotos testeadores del nuevo Skoda Fabia R5 antes de su debut oficial en carrera) y eso le hizo perder tiempo a Loix tras la primera etapa, terminando en quinta posición y a casi medio minuto de la cabeza.
Una situación extraña pero que pudo revertir en la etapa de ayer sábado… bien es cierto que aprovechándose de los contratiempos ajenos. Craig Breen, líder en el arranque de la segunda etapa, abandonaba en el mismo tramo en el que Stéphane Lefevbre, otro de los favoritos, pinchaba, cayendo hasta la quinta posición; un contratiempo similar al que vivía Bryan Bouffier a falta de la última sección del rallye y que le hacía perder una victoria que tenía muy cerca. Pero hablar de cercanía en Ypres es casi una quimera, como ha demostrado aquí Freddy Loix revertiendo una situación que menos cantada podría calificarse de cualquier otra forma.
Entre tanto baile, el local Vicent Verschueren llevaba su DS3 R5 hasta la tercera posición. El húngaro Tibor Erdi se hacía con la producción y Aleksander Zawada (¡sí!, el mismo que probó cuneta en los entrenamientos) el apartado Junior. Fue de infarto, porque a falta de un tramo el polaco era tercer clasificado tras Marijan Griebel y el portugués Diogo Gago, pero un pinchazo del primero y una salida del luso dejaban en bandeja la victoria para alguien a quien las cosas le empezaron no muy bien y terminaron de la mejor manera.
¿Y los GT? Pues con problemas de alimentación para François Delecour que le alejaron de la lucha por la victoria… triunfo que fue a parar a manos de Patrick Snijers, si bien el verdadero protagonista de la prueba fue el galo Romain Dumas. Aprende rápido y se adapta como un camaleón, y buena muestra es lo visto en Ypres. Romain llevaba las de ganar, lideraba la carrera al final del primer día y así se mantuvo durante la última etapa (llegando a ser cuarto en la general scratch) hasta que una avería en la transmisión le obligaba a abandonar… en el penúltimo tramo de esta carrera. Tremenda hazaña para alguien que, como reconoce, todavía no está acostumbrado a escuchar las notas de un copiloto -y de hecho se equivocó en alguna ocasión- merecía el trofeo Colin McRae Flat Out.