Rallye de Alemania: su historia

| 22/08/2015
Sebastien Loeb, Rallye de Alemania 2005.

No es de extrañar que un país en el que la fabricación de coches es casi una religión tenga una trayectoria en los deportes de motor digna de orgullo. En la Fórmula Uno, por ejemplo, el Gran Premio de Alemania sólo ha dejado de celebrarse en tres ocasiones. Los rallyes han estado en «segunda división», a pesar de los dos títulos mundiales logrados por Walter Rohrl. El primer evento relevante en esta disciplina fue el Olimpic Rally, llevado a cabo en 1972 con motivo de los Juegos de Munich. Pasaron 10 años hasta que se estableció el Rallye de Alemania, pero no formó parte del calendario del WRC hasta 2002, donde ahora está sólidamente establecido. He aquí su historia.

1972: los rallyes y los Juegos Olímpicos

Un rallye que atravesara Alemania era un sueño que se convirtió en realidad en 1972; los lugares clave del evento se «emparejaron» con las sedes de las olimpiadas. Comenzó en Kiel, donde se llevaban a cabo las pruebas de navegación, y terminó en el Estadio Olímpico de Munich (no podía ser de otra forma). Durante cuatro días, los participantes recorrieron 3.400 kilómetros. Fue la primera ocasión en la que un grupo de pilotos internacionales visitó tierras germanas; entre ellos estaban Jean-Pierre Nicolas, Rauno Aaltonen, Tony Fall, Hannu Mikkola, Bernard Darniche… Fue Nicolas quién ganó con su Alpine A110, pero buena parte de las miradas se las llevó un chico bávaro de 25 años que, hasta que se vio obligado a retirarse, sorprendió con el manejo de su Ford Capri. Su nombre era Walter Rohrl.

2001: un «ensayo general» exitoso

La unión de las dos pruebas germanas más importantes garantizó la promoción a la máxima categoría de la especialidad, el WRC: el Rallye de Alemania y el Hunsruck Rallye se fusionaron en 2001 con el fin de recibir buenas críticas de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). Cuatro constructores internacionales -Skoda, Ford, Peugeot y Citroën- acudieron a la cita para conocer las carreteras que rodeaban el río Mosela, los campos de entrenamiento militar de Baumholder y la región de Saarland. Philippe Bugalski fue el vencedor con su Citroën Xsara, pero de nuevo Rohrl robó cierto protagonismo: estuvo al volante del coche cero, un Porsche 911 GT3.

2002: el rey Sebastien accede a su trono

El debut del Rallye de Alemania en el WRC significó la primera victoria de Sebastien Loeb en la máxima categoría de la disciplina. El francés fue el más rápido durante todo el fin de semana en su Citroën Xsara y mereció el triunfo sin reservas: subió al primer escalón del podio, situado a dos horas de su lugar de nacimiento, Haguenau. Volvió a hacerlo de forma ininterrumpida hasta 2010 (si exceptuamos 2009, año en el que la prueba no formó parte del Mundial).

2011: aparece Sebastien II

La temporada 2011 se caracterizó por el duelo interno que se vivía en Citroën: por primera vez en una década, Loeb tenía un compañero de equipo que le plantaba cara: Sebastien Ogier. A lo largo del año, ambos lucharon para «ganarse» al director de la formación, Olivier Quesnel, que finalmente confirmó a Loeb como el número uno de la escuadra. El alsaciano comenzó ganando en Alemania y, de acuerdo a los planes de su jefe, debería haberse hecho con la victoria, pero sufrió daños en uno de sus neumáticos y Ogier fue el vencedor.

2013: victoria de Dani Sordo

Jari-Matti Latvala y su copiloto, Miika Anttila, fueron los mejores representantes de Volkswagen en la cita «de casa» para el equipo, terminando en la séptima plaza. Ogier y Julien Ingrassia, líderes del certamen y sus compañeros en la formación germana, lograron el puesto 16º. Andreas Mikkelsen/Mikko Markkula se vieron obligados a perderse la prueba cuando Markkula se dañó una vértebra. El ganador fue Dani Sordo, que ha conseguido en Alemania su única victoria en el Mundial de Rallyes.

2014: luces y sombras

Aunque Volkswagen terminó el Rallye de Alemania del año pasado con el título de Constructores en su bolsillo, dos de sus representantes tuvieron que retirarse: una tercera posición fue la mejor clasificación que pudieron lograr. Ogier era el líder de la prueba, pero se salió de la carretera el sábado. Latvala heredó su puesto, pero el domingo chocó cuando ya tenía la victoria en su mano. Mikkelsen subió al podio por primera vez, haciéndose con el tercer escalón. Hyundai consiguió el doblete, con Thierry Neuville como ganador y Sordo en la segunda plaza.

 

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