Esa parece ser la intención del ACP, organizador de la prueba mundialista que, como reconoce en un comunicado, ha iniciado conversaciones con el ayuntamiento de esta ciudad del norte luso para llevar el rallye a su casco urbano.
La idea sería diseñar una superespecial como la que ya se realizó en 2010 en la Avenida dos Aliados y en la que, a modo de exhibición y con tres coches de cada una de las marcas presentes por aquel entonces en el WRC, se consiguió reunir a más de 40.000 espectadores en lo que se consideró como una gran fiesta de motor.
Ahora se buscan nuevas ubicaciones para la propuesta del año que viene, pero en principio todo pasa por un tramo en el centro de la ciudad, «que es lo que gusta a los aficionados», como ha señalado Carlos Barbosa, presidente del Automóvel Club de Portugal.
Al parecer el ayuntamiento se ha mostrado receptivo a esta propuesta y dado que se ha oficializado el encuentro, todo parece indicar que las cosas marchan por buen camino… historia distinta será organizar el petate en ese día D y controlar una afluencia de público que se anticipa más que masiva.