¡Ay, las penalizaciones! Jari-Matti Latvala estaba luchando por el podio con Ott Tanak en el Rallye de Polonia… y no lo tenía mal del todo: llegaron a la última especial, el Power Stage, separados sólo por 1,1 segundos a favor del estonio. Pero Latvala subviró en una curva amplia a izquierdas y chocó contra un árbol.
Eso no le apeó de la cuarta posición que ocupaba entonces. Alcanzó el final del tramo manteniendo su puesto, pero el radiador de su Volkswagen Polo R WRC se había roto con el impacto. Latvala y su copiloto, Miika Anttila, tuvieron que parar con el fin de realizar una reparación de urgencia en el corto enlace que los separaba de la asistencia. Llegaron tarde, lo que los acarreó una penalización de 40 segundos que los hizo caer a la quinta plaza.
¡Vaya forma de celebrar su rallye número 150! Pues sí, pero no es la primera vez que al finlandés le ocurre algo así en Polonia, recuerda autosport.com. En 2009, un golpe en la última especial impidió a Ford lograr el doblete en esta prueba. En aquella ocasión, Latvala chocó contra una de las barreras de la súper especial que cerraba el rallye y rompió la dirección de su Focus WRC… Lo que mandó el vehículo hacia la protección que había enfrente, causando un segundo impacto. En aquella ocasión, Malcolm Wilson, su jefe de equipo, comentó que se trataba del «mayor error de Jari-Matti, un nuevo golpe en una curva lenta». El finlandés también lo creyó así y llegó a decir a una televisión que entendería que la formación prescindiera de él. Sin embargo, no lo hicieron; Latvala continuó en la escuadra oficial.