Rallyes: de la A a la Z (III)

| 13/04/2014
Volkswagen, Rallye de Portugal 2014.

Terminamos nuestro diccionario de rallyes con la tercera entrega del glosario. Si crees que falta alguno o tienes dudas, ¡deja tu comentario!

Shakedown

Es la última sesión de entrenamiento antes de que comience el rallye. Los pilotos pueden probar sus vehículos en un tramo corto para afinar su puesta a punto.

Tramo

Aquí es donde se desarrolla la acción. Se celebran en todo tipo de sitios: una especial en el centro de una ciudad, sobre remotas pistas de tierra, asfalto mojado, nieve… Y los tramos se cierran al tráfico para asegurarse de que nadie, excepto los pilotos, ruede por ellos. Los comisarios se colocan en todos los accesos posibles y son responsables de dar instrucciones a los espectadores.

Antes de que el primer participante pase por la especial, lo hacen los coches cero, con el fin de comprobar una última vez que no hay problemas de seguridad. Entonces, el tramo puede celebrarse y comienza la cuenta atrás para el piloto en la línea de salida.

Los participantes no salen al mismo tiempo; lo hacen de uno en uno, separados por intervalos que van de uno a tres minutos. Así, se intenta garantizar que los pilotos no se “cazarán”, aunque en algunos casos alcanzan a quien les precede y tienen que adelantarle. Pero, en principio, el único rival sobre la pista es el crono.

Verificaciones

Un rallye no termina al subir al podio; los equipos que han obtenido los primeros puestos (generalmente) deben pasar después por unas verificaciones en las que se examinan el peso, las dimensiones y la forma de diversas partes del vehículo. Los expertos saben exactamente qué mirar, bien porque la actuación de un determinado piloto ha sido “demasiado” sobresaliente -por ejemplo, con un gran incremento del ritmo a lo largo de la prueba- o porque otra escuadra ha presentado una reclamación.

Si los examinadores descubren algo que no se ajusta al reglamento, se lo notificarán a los responsables del rallye, que decidirán una penalización. La mayoría de las veces, el participante pierde los puntos obtenidos; cuando el asunto es más serio, puede ver revocada su licencia de piloto durante algún tiempo. Sin embargo, si no es culpable de la “trampa” -en caso de que el elemento discordante esté relacionado con la tecnología, pongamos como ejemplo-, la penalización será para el equipo.

Si hay algún componente tecnológico que no está de acuerdo al reglamento, la penalización puede recaer sobre el equipo.

Si hay algún componente tecnológico que no está de acuerdo al reglamento, la penalización puede recaer sobre el equipo.

Verificaciones técnicas

Todos los vehículos que van a disputar un rallye deben someterse antes a unas verificaciones técnicas: los expertos revisarán al detalle, principalmente, los elementos de seguridad. Estos componentes, incluida la equipación del participante, sólo pueden emplearse durante un período de tiempo determinado desde que se fabricaron; así, hay que comprobar que los arneses, asientos, depósito de gasolina, extintores, monos, ropa interior, botines, guantes y cascos tienen la marca de aprobación de la FIA. También se corrobora que haya, por ejemplo, dos cúter, con el fin de que piloto y copiloto puedan cortar sus arneses en caso de emergencia.

Si un coche se acoge a la norma del Rally 2 para volver a la carrera tras haber abandonado en la jornada anterior, debe ser examinado de nuevo; la razón más frecuente de rechazo son los daños sufridos en las barras antivuelco.

El celo para guardar la buena reputación de este deporte lleva a “censurar” vehículos que lleven publicidad “indecente” o de partidos políticos.

 World Rallye Car

Esta categoría llegó en 1997 y se considera la más sofisticada que ha pasado jamás por el Mundial de Rallyes. Los vehículos deben estar basados en un coche “de calle”, pero pueden añadirse la tracción total y el turbo (siempre que sean piezas estándar del modelo).

La tecnología que se empleó en los últimos años se volvió cada vez más exclusiva, por lo que los costes se incrementaron. Así, desde 2011 la FIA allanó el camino para la aparición de una segunda generación de WRC, más baratos e igualmente espectaculares. Ahora, los coches son más pequeños y llevan un motor 1.6 turbo de cuatro cilindros (frente a los dos litros anteriores), con inyección directa de gasolina, que rondan los 300 CV. Eso sí, cuentan con un par que supera el de algunos Fórmula 1

Así se ve un tramo desde un WRC

WRC2

Se trata de una categoría que engloba a los anteriores SWRC y PWRC. Está formada por vehículos con cuatro ruedas motrices; llevan bridas que limitan la entrada de aire al motor y tienen estipulaciones de pesos mínimos. Forman parte de este certamen los Grupo N, R5, S2000, RRC, R4 y N4.

WRC3

En esta categoría se inscriben los vehículos con dos ruedas motrices, motores turbo 1.6 o atmosféricos 2.0, transmisión secuencial de seis marchas… Engloba los antiguos S1600, Grupo A de dos ruedas motrices, los R2 más pequeños y los R3.

Fuentes: propias, VW Motorsport

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