Viene una prueba de asfalto, el Circuit of Ireland. A priori terreno en el que el piloto portugués, conocido en nuestro país tras su paso por la Copa Suzuki Swift en 2014, se debería encontrar más a gusto que en la nieve de Lituania. Allí, primera cita del ERC para los pilotos Junior, una salida de pista dejaba maltrecha su unidad del Peugeot 208 R2 mantenida por el equipo Sainteloc; encargado también de los 208 R5 oficiales.
Mal comenzaban las cosas para Diogo tras su estreno como piloto de la Peugeot Rally Academy, si bien todos reconocieron el esfuerzo de superación mostrado por el equipo luso después de perder más de 10 minutos en aquel despiste y, con el coche cogido con muchas pinzas, terminar el rallye en la séptima posición final entre los de su categoría. Un total de 6 puntitos -menos da una piedra- y muchos kilómetros de experiencia sobre una superficie que Gago prácticamente desconocía.
Ahora llega el asfalto irlandés. Claro, nada tiene que ver con el de la península, pues en aquel caso los tramos son rápidos, con mucha rectas, por carreteras estrechas, con baches y rasantes… pero de entrada pisa sobre terreno que no le es extraño, y además estrenando coche nuevo.
La unidad que tragó más nieve de la esperada ha pasado a manos del madrileño Pepe López, con lo que zapatos nuevos para el portugués y un claro objetivo: «Sabemos que el Peugeot 208 R2 es un gran coche para los rallyes en asfalto, con un chasis y unas suspensiones perfectas en este sentido». Diciéndolo y sin decir, y conocedores de la fuerte competencia entre los Junior, Diogo Gago sabe que este es un momento en el que su palmarés le obliga a dar un golpe encima de la mesa. En su país se espera mucho de él…